Cromañón: Veinte Años de Recuerdos y Reclamos | Voces que Resuenan en la Memoria de una Tragedia Nacional
Publicado: 30 / 12 /2024Veinte años pueden parecer un suspiro en la historia, pero ¿cómo medir el tiempo cuando se cuentan 194 vidas truncadas? Para quienes sobrevivieron y los familiares de las víctimas de Cromañón, dos décadas significan la primera vez que el reloj marca más tiempo de vida después de esa tragedia que antes de ella. El pesado manto de la culpa y el recuerdo persiste, como también la lucha inquebrantable por la justicia. “Cromañón no puede repetirse jamás”, es un grito que resuena en las voces de aquellos que, desde la penumbra, encontraron la luz en la solidaridad y la resistencia frente al horror.
Sobrevivir a Cromañón
A Celeste Oyola, una desconocida le extendió la mano en la oscuridad de aquella noche fatal, el 30 de diciembre de 2004. Tirada en el suelo del local de Once, donde el eco de Callejeros se desvanecía junto con el humo tóxico que llenaba el aire, ese gesto de humanidad quedó grabado en su memoria. Ahora, a sus 39 años, se enfrenta a un nuevo desafío: reconciliarse con el dolor y el recuerdo de la joven de 19 que era entonces. “Empezar a empatizar conmigo misma es una forma de sanación”, confiesa a este medio. La red de solidaridad que se formó aquella noche, sugiere, es lo que les ha permitido a muchos mirarse en el espejo y verse más allá de una tragedia.
Otro testimonio crucial proviene de Elsa Meilán, quien, si bien no estuvo presente la noche de la masacre, siente su peso en cada rincón de su vida tras la pérdida de su esposo, Mariano, y su cuñada, Verónica. Miembro de No Nos Cuenten Cromañón (NNCC), Elsa ha visto florecer una comunidad que fomenta contención y lucha por reparaciones y reformas. Resalta la reciente victoria en la legislación de reparación vitalicia, un paso pequeño pero significativo hacia la justicia.
El sobreviviente Nicolás Pappolla comparte la lucha interna de los que salieron con vida: “Superar el sentimiento de culpa tras la tragedia implica buscar la felicidad que existía antes de ese día”. A pesar del trauma, ahora se muestran como un faro de luz. La resiliencia adquirida es partícipe en cada 30 de diciembre, donde el recuerdo no solo se vive en el luto, sino también en el canto y en las sonrisas.
Las asignaturas pendientes
El eco de “celebrar” resuena diferente ahora; recordar no significa olvidar. Pappolla no titubea al exigir que el Estado no solo escuche sino que actúe. A veinte años de Cromañón, el reclamo de una reparación real es innegociable. “No podemos permitir que la historia se repita”, repite Oyola, concienciando sobre las profundas raíces de la negligencia que llevaron a la masacre.
La memoria de aquella noche no es solo la acumulación de lamentos. Incluye un recorrido por los pasillos judiciales: desde el juicio a Aníbal Ibarra, entonces jefe de Gobierno, hasta la condena al gerente del local Omar Chabán, encontrando eco en la historia política argentina que busca borrar el pasado. La lucha sigue por justicia para todas las víctimas, pues se recuentan más de 194 muertos, 1400 heridos y un vacío que se niegan a llenar con silencio.
La batalla no sólo es por la memoria, sino también por la verdad: “Un padrón único de afectados es una deuda del Estado”, señala Oyola, mientras Meilán explica: “Es crucial que se reconozcan a todas las víctimas, no solo a los que llevaron un proceso legal”. Tal como se recuerda, el 30 de marzo se ha establecido como el Día de Homenaje a las Víctimas de Cromañón, pero muchos sienten que la sensibilización en las escuelas aún se encuentra en un estado incipiente y deficiente.
El legado de Cromañón
A lo largo de estos años, las diferentes agrupaciones han redoblado esfuerzos, organizando charlas y actividades que abordan la cultura del rock y el impacto de Cromañón en las generaciones actuales. Pappolla señala que el respeto hacia los sobrevivientes ha crecido. “El interés de los jóvenes es un indicador positivo; los chicos de hoy son el futuro que cosechará la memoria”, asegura Pappolla, mientras las agrupaciones preparan actividades, incluida la jornada solidaria cultural, buscando mantener vivo el mensaje de resistencia para que Cromañón nunca más sea solo un recuerdo doloroso, sino una llamada a la acción.